Patricia Martínez
¿Por qué se mueve
el caracol que se arrastra
dejando su baba
sobre el suelo?
¿Por qué me desdoblo
como una Matryoska
pensando que pienso
que en realidad
no quiero
lo que pienso
que quiero?
La pelota de tenis
pasa la banda,
en la cancha,
de mi mente.
Va, rebota,
Vuelve,
Se golpea y recae.
En esta cancha de frontón
las paredes son espejos
de preguntas sin respuestas.
Los pensamientos nihilistas
se levantan al vuelo,
vienen y van
en la eterna búsqueda
de un sentido.
Rodeados de esa nube
De por qués
Y para qués,
En el incansable
Intento de diferenciar
Quereres,
Intuiciones
Y temores,
Se trasladan
como un hilo negro
amarrado a la patita
de una mosca
en una habitación,
siguiendo su movimiento,
el golpecito en la ventana
el zumbido por la oreja
y la persecución del matamoscas.
Todo este baile
De búsquedas,
Ideas y contrapuestas
Da como resultado
Una mente enmarañanda,
Tan enmarañada
Como la bola de estambre
En las garras de un gato.
Entonces abro la llave,
Libero el torbellino
De palabras,
a galope,
Se atropellan entre sí.
Con el flujo
De una letra tras la otra,
De la tinta sobre el papel,
El nudo se afloja,
La mosca libera su patita
Y los jugadores
Se retiran
Hasta la próxima partida…
02.15
Fotografía de Tara Evans en Unsplash
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